Quizás uno de los olores que menos soportemos y más desagradables nos parezcan sea el olor que deja el tabaco cuando alguien fuma. Seguramente todos sepamos las ventajas antibactericidas que tenga tener una máquina de ozono para casa.
Este gas se ha demostrado como uno de los mejores descubrimientos domésticos de este 2020, pero es que además de desinfectar nuestra casa también es capaz de eliminar cualquier mal olor que haya en ella.
Estos se producen generalmente por bacterias, las cuales desechan al ambiente compuestos como el azufre o el indol. Sustancias que consideramos como una forma de contaminación ambiental y que, si se dan en exceso pueden llegar a perjudicar nuestra salud y la de quienes viven con nosotros.
A mayor número de bacterias peor olor es el que percibimos y más perjudicial será respirar ese ambiente. ¿Qué hace un generador de ozono para casa? Desintegra todas las sustancias que generan los malos olores en nuestras casas.
Una de las características de este gas es que es altamente oxidante, gracias a esta propiedad conseguimos acelerar la oxidación de todos los agentes que generan el mal olor y transformarlos en oxigeno.
Estos generadores de ozono ya han demostrado su utilidad en industrias, hospitales o residencias pero en nuestras casas son capaces de eliminar cualquier olor de cualquier estancia.
Son eficaces con todos los olores generados en las cocinas (alimentos en mal estado, el olor que se queda tras cocinar con aceite o pescado…), los generados en los baños (un uso diario y la falta de una buena ventilación pueden hacer que nuestros baños no ventilen bien y los ambientadores solamente consiguen enmascarar estos olores) e incluso el de nuestras mascotas.
Aunque nosotros no lo percibamos, las mascotas desprenden un olor característico que se queda impregnado allá por dónde pasan, en sofás, alfombras e incluso en nuestra ropa. Los que más lo notan son los invitados que suben a nuestra casa o las personas que vemos tras haber estado nuestra mascota con nosotros.
Pero si hay un olor que soporta muy poca gente y que es casi imposible de enmascarar es el olor a tabaco. Antiguamente solamente aquellos que no convivían con personas fumadoras se daban cuenta.
Solamente hace unas décadas se podía fumar dentro de los restaurantes, en las tiendas de ropa, en el transporte público e incluso no estaba mal visto fumar en nuestros domicilios delante de los menores de edad.
La ley antitabaco supuso un punto de inflexión, dejamos de estar “acostumbrados” a ese olor tan característico impregnado en nuestra ropa y en nuestro pelo. e incluso los fumadores reconocían que no les gustaba oler a tabaco.
Desde ventilar la casa, poner velas “antitabaco” o incluso poner a lavar ropa que estaba totalmente limpia han sido los remedios para deshacernos de este olor. Reuniones sociales, fiestas de Navidad, visitas que fuman en el coche… son alguna de las situaciones a las que nos veremos enfrentados todos en algún momento.
Y es que el olor a tabaco no es tan fácil de quitar, se queda adherido en la ropa, en las cortinas e incluso en el sofá si alguien que ha fumado se sienta encima. Podemos probar a dejar la ventana abierta toda la noche y aún así no asegurarnos que el olor desaparezca por completo.
Sin contar con que dentro de los coches es casi imposible deshacerse de él y que en invierno no podemos ventilar tanto como queremos. La otra solución es lavarlo todo, pero hay cosas imposibles de lavar como las alfombras o las cortinas cada vez que alguien fuma.
¿La solución? Hacernos con una máquina de ozono para casa. Nunca más tendremos que ventilar y podremos olvidarnos de productos químicos que dañan los tejidos de nuestros muebles.
En tan sólo 20 minutos no habrá ni rastro del olor a tabaco en toda la casa y solamente nos quedará un olor a fresco, como si acabásemos de ventilar durante horas.